La tierra sin mal correntina tine forma disímiles de manisfestar su religión más íntima, los elementos presentes... el agua y las muertes cotidianas, los nombres anónimos de una tierra arrazada por el olvido.

Y en la boca abierta de la tormenta el sol escupe su pequeña lengua de fuego, arrojando un jinete hacia lo virginal de la tierra... ardiente del sin-tiempo.

La tarde entonces sobre el viejo edificio, sonroja la última lágrima de un pueblo que sigue fabricando certezas... a pesar del mundo y sus fantasmas.

2 comentarios:
Muy buenas imagenes, hablan por si solas; y los textos que las acompañan, las realzan dandoles mas vida aun.
Felicitaciones!!!
Gustavo, sin lugar a dudas... el mejor blog que he visto hasta el momento.
Es un don maravilloso poder expresar tanto en tan poco...y saber llegar a los demás.
Felicitaciones!!
Publicar un comentario