domingo, 24 de abril de 2011

AQUÍ




Heme aquí, alineado con estos astros que marcan el SUR como destino inevitable.
Los mismos que inventaron mapas por doquier, aventura de los navegantes.
Heme aquí, bajo este remanso de pájaros y de tiempo,
Los que danzan en este desconcierto que intuyo, que olfateo como una bestia quieta.

Heme aquí, en la curvatura del planeta que se va enfriando de a poco,
Con el beso que le dejara el infiel relámpago,
Con la furia que le descargara esa lluvia milenaria
Con esa lengua nocturna que todo lo posee y lame,
que le deja y que me deja el sedimento de las razas para seguir sembrando aún a ciegas.
Heme aquí, con estas manos, con esta rabia santa de poseerlo todo,
De saberme al fin santo y no decirlo,
Porque en mí la raza calla en el comienzo de la noche,
Porque en mí la raza calla en tierra de los mortales.
Heme aquí, con esta paciencia santa de poseerlo todo,
Al fina entonces ahora, sabiendo que al fin despiertas
Comienza mi destino de sembrar estrellas y poesías
En el campo santo de esta nuestra noche.